publicidad

Turquía,... poesía y Hikmet


Nazim Hikmet (1902-1963) fué uno de los poetas más influyentes del pasado siglo XX. Su poesía comprometida, acabó traspasando las rejas de la prisión en que sus carceleros lo encerraron durante quince largos años, en sucesivas condenas. Sus poemas, se leen hoy en todos los continentes, mientras que de sus carceleros solo queda el horror que inspiran sus actos.


A propósito de unas fotos de periódico

1. Carbunco
Sobre dos columnas de la primera página
yacen dos niños desnudos
sobre dos columnas de la primera página
con la piel en los huesos.
Tienen la carne agujereada, reventada.
Uno es de Diyarbakïr, el otro de Ergani.
Tienen los brazos y las piernas raquíticos
enorme la cabeza
y un grito pavoroso en sus bocas abiertas
en la primera página dos ranitas aplastadas a pedradas.
Dos ranitas
dos hijos míos ,enfermos de carbunco.
Quién sabe cuantos miles se nos van en un año
sin haber podido saciar siquiera su sed.
Y el señor subsecretario:
(así lo agarre el carbunco)
«No hay ningún motivo para preocuparse», dice.

3 de agosto de 1959



2. El jefe de policía

Abierto como una herida, el sol en el cielo se desangra.
Un aeródromo.
Los presos preventivos, las manos sobre el vientre:
porras, jeeps,
muros carcelarios, comisarías
y cuerdas que se balancean sobre el patíbulo
y los paisanos que no aparecen
y un niño que no pudo soportar la tortura
y se tiró desde el tercer piso de la Jefatura.
Y ahí está el señor Jefe de Policía
baja del avión
vuelve de América
de un curso de formación.

Estudiaron métodos para no dejar dormir
y quedaron encantados
de los electrodos aplicados en los testículos
y también dieron una conferencia sobre nuestras celdas de castigo
ofrecieron satisfactorias explicaciones
de cómo poner huevos recién hervidos en los sobacos
y cómo despellejar delicadamente la piel con cerillas encendidas.

El señor Jefe de Policía baja del avión
vuelve de América
porras y jeeps
y cuerdas que se balancean sobre el patíbulo
ha vuelto el jefe dicen encantados.

1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



Al partir, me quedan cosas que acabar...

Al partir, me quedan cosas que acabar,
al partir.
Salvé la gacela de la mano del cazador,
pero siguió desvanecida, sin recobrar el sentido.
Cogí la naranja de la rama,
pero no pude despojarla de su corteza.
Me reuní con las estrellas,
pero no pude contarlas.
Saqué agua del pozo,
pero no pude servirla en los vasos.
Coloqué las rosas en la bandeja,
pero no pude tallar las tazas de piedra.
No sacié mis amores.
Al partir, me quedan cosas que acabar,
al partir.

Junio de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



Autobiografía

Nací en 1902
no he vuelto nunca a mi ciudad natal
no me gustan los retornos
a los tres años en Alepo era nieto de bajá
a los diecinueve estudiante en la universidad comunista de Moscú
a los cuarenta y nueve otra vez en Moscú invitado por el Comité Central
y desde los catorce años soy poeta

hay hombres que conocen las diferentes clases de hierbas; otros, de peces;
yo, de separaciones
hay hombres que se saben de memoria el nombre de cada estrella;
yo, de nostalgias

he dormido en las cárceles y en los grandes hoteles
he conocido el hambre y también la huelga de hambre y no hay plato
que no haya probado
a los treinta años quisieron ahorcarme
a los cuarenta y ocho quisieron concederme el Premio mundial de la Paz
y me lo concedieron
a los treinta y seis durante medio año sólo pude recorrer cuatro metros
cuadrados de hormigón
a los cincuenta y nueve volé desde Praga a La Habana
en dieciocho horas

no conocí a Lenin pero hice la guardia de honor junto a su féretro en 1924
en 1961 el mausoleo que visito son sus libros
han intentado alejarme de mi partido
pero han fracasado
tampoco he sido aplastado por los ídolos caídos

en 1951 viajé por mar hacia la muerte con un joven camarada
en 1952 con el corazón cascado esperé la muerte durante cuatro meses

estuve locamente celoso de las mujeres a las que amé
no envidié a nadie ni siquiera a Charlot
engañé a mis mujeres
pero nunca hablé mal de mis amigos a sus espaldas

he bebido pero no soy un borracho
tuve la suerte de ganarme siempre el pan con el sudor de mi frente

si mentí fue porque sentí vergüenza ajena
por piedad
pero también he mentido porque sí

he montado en tren en avión y en coche
la mayoría no puede hacerlo
he ido a la ópera
la mayoría no puede ir y ni siquiera sabe que existe
sin embargo desde 1921 no voya muchos de los sitios
donde va la mayoría la mezquita la iglesia la sinagoga
el templo el curandero
pero a veces me gusta que me lean los posos de café

se me ha publicado en treinta o cuarenta lenguas
pero estoy prohibido en Turquía en mi propia lengua

hasta ahora no he tenido cáncer
tampoco es obligatorio
nunca seré primer ministro o algo parecido
tampoco me gustaría serlo
nunca he ido a la guerra
no he descendido a los refugios en medio de la noche
no he recorrido los caminos del exilio bajo el vuelo rasante de los avi0nes

pero me he enamorado ya cerca de los sesenta
camaradas en pocas palabras
hoy en Berlín aunque muerto de nostalgia
puedo decir que he vivido como un hombre
pero los años que me quedan por vivir
y las cosas que puedan sucederme
¿quién lo sabe?

Esta autobiografía fue escrita en Berlín Oriental el 11 de setiembre de 1961

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)


Bakú de noche

Noche sin estrellas hasta el pesado mar
noche cerrada y oscura
la ciudad de Bakú es un soleado campo de trigo
Estoy en la colina,
el sol me da de lleno en la cara
se escucha en el aire un preludio de rast que fluye como las
aguas del Bósforo.
Estoy en la colina,
mi corazón es como una balsa
que se aleja en una separación infinita
y va más allá de los recuerdos
hasta el pesado mar sin estrellas
en la noche cerrada y oscura.

Bakú, febrero de 1960

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



Chicas como hilos de oro...

Chicas como hilos de oro
en esta ciudad europea
se pasean con babuchas como las nuestras.
Sobre el Estambul que llevo dentro el cielo está despejado.
Un ciprés, una fuente, Üsküdar.
Aunque me echara a correr, no alcanzaría
no alcanzaría el vapor que está saliendo del muelle.

Leipzig, 30 de junio de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)


Con este calor pienso en ti...

Con este calor pienso en ti
tu desnudez
tu cuello tus muñecas
las cosas que me decías
con los pies como una blanca paloma descansando en un cojín.

Con este calor pienso en ti
no sé si lo que más recuerdo
lo que viene a mis ojos
es tu cuello tus muñecas
tus pies descalzos
las cosas que me decías cuando eras mía.

Con este calor amarillo pienso en ti
en la habitación de un hotel con este calor amarillo pienso en ti
y me despojo de mi soledad
mi soledad que se parece un poco a la muerte.

10 de julio de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)


Dos amores

En un corazón no caben dos amores
mentira
puede ser.

En la ciudad de las lluvias frías
es de noche y estoy tumbado en la habitación de un hotel
mis ojos están clavados en lo alto
pasan nubes por el techo
pesadas como los camiones que corren por el asfalto húmedo
y a la derecha a lo lejos
una construcción blanca
tal vez de cien pisos
en lo alto brilla una aguja de oro.
Pasan nubes por el techo
nubes cargadas de soles como caiques de sandías.
Me siento en el alféizar de la ventana
el reflejo del agua acaricia mi rostro
¿estoy a la orilla de un río
o a la orilla del mar?

¿Qué hay en aquella bandeja
en aquella bandeja rosada
fresas o moras?
¿Estoy en un campo de narcisos
o en un bosque de hayas nevadas?
Las mujeres que amo ríen y lloran
en dos lenguas.

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



El quinto día de una huelga de hambre

Si no consigo expresar bien, hermanos,
Lo que quiero decirles,
Tendrán que disculparme:
Siento algunos mareos,
me da vueltas un poco la cabeza.
No es el alcohol.
Apenas, es un poquito de hambre.

Hermanos,
Los de Europa, los de Asia, los de América:
Yo no estoy en prisión ni en huelga de hambre.
Me he tendido en el césped, esta noche de mayo,
Y los ojos de ustedes me miran de muy cerca,
lucientes como estrellas,
En tanto que sus manos
son una sola mano estrechando la mía,
como la de mi madre,
como la de mi amada,
como la de mi vida.

Hermanos míos:
Por otra parte, ustedes nunca me abandonaron,
Ni a mí, ni a mi país,
ni tampoco a mi pueblo.
Del mismo modo que los quiero a ustedes,
ustedes quieren a los míos, lo sé.
Gracias, hermanos, gracias.

Hermanos míos:
Yo no tengo la intención de morir.
Si soy asesinado,
Sé que entre ustedes seguiré viviendo:
Yo estaré en los poemas de Aragón
(en su verso que canta la dicha del futuro),
Yo estaré en la paloma de la paz, de Picasso,
Yo estaré en las canciones de Paul Robeson
Y, sobre todo
y lo que es más hermoso:
Yo estaré en la triunfante risa del camarada,
Entre los cargadores portuarios de Marsella.
Para decirles la verdad, hermanos,
Yo soy feliz, feliz a rienda suelta.


En el restaurante Astoria de Berlín...

En el restaurante Astoria de Berlín
había una camarera
una chica como una gota de plata.
Por encima de las bandejas repletas me sonreía.
Se parecía a las chicas de mi perdido país.
Pero no sé por qué
a veces tenía ojeras.

No tuve suerte
no pude sentarme en las mesas que ella atendía.

Ningún día se sentó en las mesas que yo atendía.
Era un hombre entrado en años.
Parecía como si estuviera enfermo,
tomaba comida de régimen.
Estaba muy triste y me miraba
pero no sabía alemán.
Tres meses vino a desayunar, comer y cenar,
luego desapareció.
Puede que volviera a su país
o que no volviera y haya muerto.

23 de julio de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)


Gracias a ti...

Gracias a ti
cada uno de mis días es un mundo limpio y perfumado que huele a melón.
Gracias a ti
todos los frutos se ofrecen a mi mano como si yo fuera el sol.
Gracias a ti sólo pruebo la miel de la esperanza.
Gracias a ti late mi corazón.
Gracias a ti
mis noches más solitarias son como un kilim de Anatolia que sonríe
desde la pared.
Gracias a ti al final de mi camino, sin llegar a mi ciudad,
he descansado en una rosaleda.
Gracias a ti, no dejo entrar a la muerte
que con sus cantos llama a mi puerta
vestida con sus más sutiles ropajes y me invita al gran descanso.

29 de agosto de 1960

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)

ciudad, la tarde y tú

Entre mis brazos estáis desnudas
la ciudad, la tarde y tú
vuestra claridad ilumina mi rostro
y también el olor de vuestros cabellos.
¿De quién son estos latidos
que baten bom bom y se confunden con nuestra respiración?
¿tuyos? ¿de la ciudad? ¿de la tarde?
¿o tal vez son míos?
¿Dónde termina la tarde dónde comienza la ciudad
dónde termina la ciudad dónde comienzas tú
dónde termino yo dónde comienzo?

9 de julio de 1959


La nieve cortó el camino...

La nieve cortó el camino
tú no estabas
me senté con las piernas cruzadas
contemplando tu rostro
con los ojos cerrados.

No pasaban barcos ni volaban aviones
tú no estabas
yo permanecía apoyado en la pared
hablando y hablando
sin abrir la boca.

Tú no estabas
mis manos te acariciaban
yo me tapaba la cara con las manos.

Diciembre de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



La separación se balancea en el aire como una barra de hierro...

La separación se balancea en el aire como una barra de hierro
que golpea mi rostro mi rostro
estoy aturdido

huyo la separación me persigue
no puedo escapar
me fallan las piernas me derrumbaré

la separación no es tiempo ni camino
la separación es un puente entre nosotros
más fino que un cabello más cortante que una espada

más fino que un cabello más cortante que una espada
la separación es un puente entre nosotros
incluso cuando sentados nuestras rodillas se tocan

6 de junio de 1960 Vuelo Berl¡n-Moscú

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)




Las seis de la mañana...

Las seis de la mañana.
He abierto la puerta del día y he entrado,
el sabor de un azul reciente en la ventana ha venido a mi encuentro,
en el espejo las arrugas de ayer en la frente
y en la nuca la voz de una mujer, suave como la pelusa del membrillo,
y en la radio las noticias del país
y ya mi glotonería se desborda
correría de un árbol a otro por el huerto de las horas
y el sol, mi niña, se pondrá
y espero que más allá de la noche
el sabor de un nuevo azul me aguarde, espero...

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)


Lo sé, de sobra lo sé...

Lo sé, de sobra lo sé
cuando la próxima vez baje del tren en esta estación
hermana mía no veré tus ojos
tus puros ojos negros
ni tampoco el resplandor fuera del portón
las piedras, los árboles, las ventanas
el rostro de la gente
todo se apagará
tus ojos se habrán llevado bajo tierra la luz de la ciudad
hace tiempo que ya se habrán consumido en el cementerio.


Lo sé, de sobra lo sé
lo sé
no sé nada
tal vez yo mucho antes
ya no bajaré de ningún tren en ninguna estación
no sé
a quién de nosotros le toca hermana mía
si al cáncer tuyo
si al infarto mío
no sé no sé
sin embargo me parece
que en esta estación al bajar del tren...
Hermana mía perdóname la cobardía
de vivir
un solo día más que tú.

29 de julio de 1959


De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



Me acostumbro a envejecer, es el oficio más difícil del mundo...

Me acostumbro a envejecer, es el oficio más difícil del mundo,
llamar a las puertas por última vez,
la separación para siempre.
Horas que corréis, corréis, corréis...
Trato de comprender a costa de dejar de creer.
Te iba a decir una palabra pero no pude.
En mi mundo el sabor de un pitillo por la mañana
con el estómago vacío.
La muerte antes de llegar me envió su soledad.
Envidio a los que no se dan cuenta de que envejecen,
tan ocupados están con sus cosas.

12 de enero de 1963

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)

Me han cerrado todas las puertas...

Me han cerrado todas las puertas
todas las cortinas
ni un pañuelo de azul
ni un puñado de estrellas.
Amor mío, ¿es que va a sorprendernos aquí la muerte
sin que podamos salir de esta ciudad?

Leipzig, 3 de agosto de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)


Mi mujer me acompañó a Brest...

Mi mujer me acompañó hasta Brest,
bajó del tren y permaneció en el andén,
fue haciéndose cada vez más pequeña
hasta que se convirtió en un grano de trigo en el azul infinito,
después ya no pude ver nada más que los raíles.

Luego, cuando llamó desde Polonia, no pude responder.
No pude preguntar: «¿Dónde estás, amada mía, dónde?»
«¡Ven conmigo!», dijo, pero no pude ir junto a ella,
el tren circulaba como si nunca fuera a detenerse
y me ahogaba la tristeza.

Luego, la nieve comenzó a disolverse sobre la tierra arenosa
y de repente me di cuenta de que mi mujer estaba mirándome
y me preguntaba: «¿me has olvidado?, ¿me has olvidado?»,
la primavera caminaba por el cielo con los pies descalzos y embarrados.

Luego, las estrellas bajaron a posarse en los postes de telégrafo,
la oscuridad se abatió sobre el tren como si fuera lluvia,
mi mujer permanecía al pie de los postes de telégrafo,
su corazón latía tac tac como si estuviese en mis brazos,
los postes se acercaban y pasaban, pero ella no se movía del sitio,
el tren circulaba como si nunca fuera a detenerse
y me ahogaba la tristeza.

Luego, de repente, me di cuenta de que hace años, hace muchos años
que vivo en este tren
-pero todavía no sé cómo y por qué lo he comprendido-
y cantando con la misma fuerza y con la misma esperanza
sigo alejándome de la ciudad y de las mujeres amadas
y su nostalgia es como una herida abierta,
mientras me acerco a algún lugar, a algún lugar.

Mar Mediterráneo, marzo de 1960

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



Nostalgia

Cien años han pasado sin ver tu cara
enlazar tu cintura
detenerme en tus ojos
preguntar a tu clarividencia
acercarme al calor de tu vientre.

Hace cien años que en una ciudad
una mujer me espera.

Estábamos en la misma rama, en la misma rama.
Caímos de la misma rama, nos separamos.
Cien años nos separan
cien años de camino.

Hace cien años que en la penumbra
corro detrás de ella.

6 de julio de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)


Pienso en ti...

Pienso en ti
me llega hasta la nariz el olor de mi madre
de mi preciosa madre.

Montada en un carrusel, eres la belleza que llevo dentro
vuela tu cabello y gira tu ropa a toda velocidad
tu rostro ruboroso aparece y desaparece.

¿Cuál es el motivo
para que tu recuerdo sea como una puñalada
cuál es el motivo de que estando tan lejos oiga tu voz
y de un salto me levante?

Arrodillado contemplo tus manos
quisiera acariciarlas
pero no puedo
estás tras un cristal.
Rosa mía, soy un confundido espectador
del drama que represento en mi crepúsculo.

7 de agosto de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)


Rosa mía, tu alma es un río...

Rosa mía, tu alma es un río
que corre entre altas montañas,
y desde las montañas hacia el valle,
hacia el valle, sin conseguir llegar hasta él,
sin conseguir llegar hasta el sueño de los sauces,
hasta el remanso bajo los grandes ojos del puente,
hasta los cañaverales y los patos de verde cabeza,
sin conseguir llegar hasta la blanda tristeza de la llanura
ni hasta los campos de trigo al claro de luna,
corre hacia el valle,
corre entre altas montañas,
arrastrando las nubes que se amontonan y dispersan,
las grandes estrellas y las noches,
las estrellas de las montañas
y los azules soles de las nevadas cumbres,
corre levantando espuma,
revolviendo en el fondo las piedras negras con las blancas,
corre con los peces que nadan contra corriente,
inquieto en los meandros,
cae encabritado en los precipicios
espantado del propio fragor,
corre entre altas montañas
y desde las montañas hacia el valle,
hacia el valle, persiguiéndolo,
sin conseguir llegar hasta él.

Kislovodsk, 3 de febrero de 1960

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)


Rosa mía, niña de mis ojos...

Rosa mía, niña de mis ojos,
no tengo miedo de morir,
morir me avergüenza,
la muerte me parece una deshonra.

15 de agosto de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



Todo lo que he escrito sobre nosotros es mentira...

Todo lo que he escrito sobre nosotros es mentira
No es lo que fue sino lo que yo quise
mis nostalgias detenidas en inalcanzables ramas
mi sed extraída del pozo de mis sueños
bocetos alumbrados.

Todo lo que he escrito sobre nosotros es verdad
tu belleza
o sea una cesta de frutas una mesa en el campo
cuando me faltas tú
o sea cuando me convierto en la última farola de la calle
del último rincón de la ciudad
cuando tengo celos de ti
o sea cuando corro de noche entre los trenes con los ojos vendados
mi felicidad
o sea río soleado que rompe sus diques.
Todo lo que he escrito sobre nosotros es mentira
todo lo que he escrito sobre nosotros es verdad.

Leipzig, 30 de septiembre de 1960

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



Tú eres mi ebriedad...

Tú eres mi ebriedad
ni me desembriago
ni puedo desembriagarme
ni quiero desembriagarme

me pesa la cabeza
tengo las rodillas destrozadas
y todo cubierto de barro
avanzo a trompicones hacia tu luz que se enciende y se apaga.

10 de julio de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)


Tus manos y la mentira

Graves como las piedras,
Tristes como canciones de presidio,
Pesadas y macizas como bestias de carga,
Tus manos se parecen
al rostro endurecido
de los niños hambrientos.

Ágiles, laboriosas como abejas,
Pródigas como ubres desbordantes de leche,
Intrépidas lo mismo que la naturaleza,
Bajo su dura piel, tus manos guardan
la amistad y el afecto.

No está nuestro planeta sostenido
por los cuernos de un buey:
Tus manos lo sostienen...

¡Qué hombres, nuestros hombres!
Los mantienen a fuerza de mentiras,
Siendo que andan hambrientos,
Faltos de carne y pan,
Y dejan este mundo, al que cargan de frutos,
Sin poder verlos en la mesa propia
ni siquiera una vez.

¡Qué hombres, nuestros hombres!
Sobre todo los de Asia, los de África,
del medio Oriente, del Cercano Oriente,
los de las tantas islas del Pacífico
y los de mi país,
es decir, mucho más del setenta por ciento
de los hombres del mundo:
Están adormecidos, están viejos,
Siendo listos y jóvenes como lo son sus manos...

¡Qué hombres, nuestros hombres!
Ustedes, mis hermanos de América o Europa,
Tan alertas y audaces,
A quienes, sin embargo, los aturden
lo mismo que a sus manos,
Y les mienten,
y los hacen marchar...

¡Qué hombres, nuestros hombres!
Si mienten las antenas de las radios,
Si mienten las enormes rotativas,
Si miente el libro y mienten los afiches,
Si mienten los anuncios de los diarios,
Si mienten las desnudas piernas de las muchachas
en el teatro y en el cine,
Si hasta mienten las canciones de cuna,
Si miente el sueño, si el pecado miente,
Si miente el violinista de la boite,
Si miente el plenilunio
en las noches sin ninguna esperanza,
Si mienten la palabra,
el color y la voz,
Si miente el que te explota,
el que explota tus manos,
Si todo el mundo y todas, todas las cosas mienten,
a excepción de tus manos,
Es para que tus manos siempre sean
dóciles como arcilla,
ciegas como la noche,
idiotas como el perro del pastor,
Y para que jamás se subleven tus manos

Y para que no acabe jamás tanta injusticia
-Ideal del traficante-
Sobre este mundo nuestro,
este mundo mortal
Donde poder vivir
sería lo mejor.

Versión de Fernando García Burillo


Vamos a la luna...

Vamos a la Luna
y más lejos todavía
a donde ni siquiera alcanzan los telescopios.
¿Pero cuándo la gente en nuestra Tierra,
dejará de pasar hambre
nadie tendrá miedo de nadie,
nadie mandará sobre nadie,
nadie maldecirá de nadie,
nadie robará a otro su esperanza?
Por esto soy comunista
para responder a esta pregunta.

26 de agosto de 1959

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



Ya llega mi hora...

Ya llega mi hora
saltaré de repente al vacío
sin conocer el estado de putrefacción de mi carne
ni cómo los gusanos socavan mis ojos

sin tregua ni descanso pienso en la muerte

eso quiere decir que mi hora está próxima

Leipzig 10 de septiembre de 1961

De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)



……….. información rescatada de poesia@amediavoz.com




Nazım Hikmet Ran (Salónica, Imperio otomano, 20 de noviembre de 1901 - Moscú, 3 de junio de 1963) fue un poeta y dramaturgo turco, considerado en Occidente el poeta más importante en lengua turca del siglo XX. Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas. Largamente exiliado de su país de origen a causa de su militancia comunista, murió en 1963 como ciudadano polaco.



Nació en la ciudad de Salónica, actualmente Tesalónica, en Grecia, pero que en la época de su nacimiento formaba parte del Imperio otomano. Aunque en realidad había nacido dos meses antes, su nacimiento se registró el 15 de enero de 1902, y ésta fue considerada la fecha oficial . Su padre, Nazım Hikmet Bey, era un alto funcionario imperial, y su madre, Ayşe Dshalila, una destacada pintora. Estudió en el instituto francés Galatasaray de Estambul, y más adelante en la escuela naval de Turquía, aunque no llegó a embarcarse a causa de su estado de salud. Durante la guerra de independencia, se unió a Atatürk en Anatolia y ejerció de maestro en Bolu. En 1921, impresionado por la revolución rusa, viajó a la Unión Soviética. Estudió sociología y ciencias económicas en la Universidad de Moscú e ingresó en el partido comunista turco.



En diciembre de 1924 regresó a Estambul y se incorporó a la redacción del diario Aydınlık (Claridad), órgano del Partido Comunista, que fue clausurado por las autoridades en febrero de 1925, coincidiendo con las medidas excepcionales que el Gobierno había adoptado tomando como pretexto un alzamiento kurdo. Los colaboradores de Aydınlık fueron detenidos y procesados. Nazım Hikmet logró evitar ser arrestado huyendo a Esmirna y pasando a la clandestinidad. Juzgado en rebeldía, fue condenado a 15 años de cárcel, por lo que, en septiembre de 1925, volvió a escaparse a la Unión Soviética. Allí tomó parte en la creación de un teatro-estudio (METLA), que desapareció en marzo de 1927.



Regresó a Turquía en 1928, sin pasaporte, y, tras pasar seis meses en prisión, se dedicó a escribir para el diario Akşam poemas, novelas, relatos, artículos, ensayos y teatro. En 1929 publicó sus libros de poemas 835 líneas, La Gioconda y Si-Ya-U. En esta época formó parte también del comité de redacción de la revista vanguardista Resimli Ay (Mensual Ilustrado), que causó gran revuelo en medios intelectuales. Conoce entonces a su futura primera esposa, Pirayé, que entonces contaba apenas 22 años.



En 1930 publica dos nuevos poemarios, Varan 3 (Y van 3) y 1+1=2, el segundo en colaboración con Nail V. (Nail Çakirhan); en 1931, La ciudad que perdió la voz, ilustrada por Abidin Dino; y, en 1932, la antología de poemas Telegrama nocturno, y ¿Por qué se ha suicidado Benerci?. También escribió obras teatrales: Kafatası (El cráneo) y La casa de un muerto, estrenadas ambas en Estambul en 1932.



En 1933 fue detenido y encarcelado, acusado de asociación ilegal y de pretender implantar el régimen soviético, aunque en 1935 se benefició de una amnistía general. Al salir de la cárcel contrajo matrimonio con Pirayé. En los años treinta publica dos de sus obras más importantes: los poemas narrativos La epopeya del jeque Bedreddin (Şeyh Bedrettin Destanı, 1936), en la que glosa la figura de un líder religioso revolucionario del siglo XIV; y Cartas a Taranta Babd (Taranta Babu'ya Mektuplar, 1935), sobre la invasión de Etiopía por las tropas de Mussolini.



En 1938 fue condenado a 28 años y 4 meses de prisión por sedición. Pasó doce años en la cárcel. En la prisión de Bursa conoció a los jóvenes Orhan Kemal, futuro gran escritor, e Ibrahim Balaban, que alcanzaría el éxito con su obra pictórica. Durante su permanencia en prisión contrajo matrimonio con Münevver Andaç (fue su segundo matrimonio). En la cárcel escribió sus Poemas de las 22-23 horas, y su obra más ambiciosa, Paisajes humanos de mi país, en la que se proponía retratar a su pueblo en diferentes momentos históricos.



Gracias a una importante campaña internacional para pedir su liberación, es amnistiado en 1951. Ese mismo año abandona Turquía para siempre. Despojado de su nacionalidad turca, terminó su vida en el exilio como ciudadano polaco. Murió de un ataque al corazón en Moscú.



Hıkmet abandonó las formas métricas tradicionales de la poesía turca en busca de nuevas formas de expresión. Esta búsqueda formal alcanzó su momento culminante durante sus primeros años en la Unión Soviética, entre 1922 y 1925. En esta época comenzó a utilizar el verso libre. Su obra está muy influenciada por la poesía de Maiakovski y de los futuristas rusos.



La obra de Hıkmet se caracteriza por el compromiso político. Uno de sus poemas, traducido al inglés como "I Come and Stand at Every Door", musicado por varios cantautores norteamericanos (entre ellos Pete Seeger y los Byrds, en cuyo disco Fifth Dimension figura la canción), da la palabra a un niño de siete años fallecido en Hiroshima, y es uno de los más duros alegatos contra la guerra jamás escritos.



Traducciones al español

Duro oficio el exilio, Ediciones Lautaro, Buenos Aires, 1959 (también en La Habana, 1975 y Batlló, Barcelona, 1976).
La miel de la esperanza y otros poemas precedidos de un mensaje a los poetas, La Habana, 1961
Selime, hijo de Chabane y su libro, Veracruz, Instituto Veracruzano de Cultura (Cuadernos del Baluarte), 1995
Leyenda de amor (pieza en tres actos y cinco cuadros), Ariadna, Buenos Aires, 1964
Antología, Visor, Madrid, 1970. ISBN 84-7053-024-0. Traducción de Soliman Salom
La vida es linda, hermano, Futuro, Buenos Aires, 1965
Antología poética, Quetzal, Buenos Aires, 1974
Poemas, Ed. Arte y Literatura, La Habana, 1978
La nube enamorada, Guadarrama, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 1989. 
Últimos poemas I (1959-1960-1961), Guadarrama, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2000. 
Poemas finales. Últimos poemas II (1962-1963), Guadarrama, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2008.



una mirada abierta a otros horizontes...


http://nazimhikmetpoesia.blogspot.com
http://www.orienteymediterraneo.com/14.html
http://nazimhikmetpoesia.blogspot.com/search/label/Nazim%20Hikmet
info@orienteymediterraneo. com

No hay comentarios:

Publicar un comentario